Pero cuidado porque sencillo no quiere decir simple. Aunque los huevos fritos son de esos platos del día a día, conseguir el resultado perfecto tiene su complicación. Desde la forma de romper el huevo hasta la temperatura del aceite entran en juego a la hora de conseguir ese huevo perfecto. Lo primero es cascar el huevo en un plato antes de echarlo en la sartén para evitar contraer enfermedades como la salmonela. Una vez hayamos cascado el huevo, lo salamos sobre ese plato mientras se caliente el aceite de la sartén. Antes de echar el huevo a la sartén debemos conseguir que este esté humeante, a una temperatura aproximada de 185ºC. El siguiente paso consiste en calentar la espumadera con el aceite antes de echar el huevo para evitar que con el cambio de temperatura la clara se nos quede pegada. Una vez nos hayamos asegurado de cumplir los pasos anteriores, ha llegado el momento de echar el huevo a la sartén, inclinando esta para crear una piscina de ace
Recopilación de reportes, recortes, información que considero importante para el mantenimineto de la buena salud, espero que les agrade este espacio de compartir