Lo que las mujeres desean en secreto cuando se trata de
sexo
Es difícil verbalizar la sensación de un deseo sexual
intenso, explicarla con palabras precisas. Volvemos la vista atrás y
encontramos ejemplos que la evocan y la activan, pero sabemos que dichas
situaciones no son un canon, no van a funcionar siempre, dependen de la persona
con la que estuviéramos, del lugar, de qué sucedía en nuestra vida en aquel
instante...
El deseo es un auténtico cóctel químico. Desde un punto de
vista científico, en el caso de los hombres es más fácil de explicar ya
que es más directo. Para las mujeres, sin embargo, depende de las
fluctuaciones hormonales. Ellas suelen sentir una mayor inclinación a buscar
encuentros sexuales durante el periodo de ovulación o incluso durante la
regla. Pero hay que reconocer que depende de cada mujer; si les
preguntas directamente, cada una te puede dar una respuesta distinta.
Es importante saber que, en ciertas fases, las mujeres son
también menos propensas a buscar una relación completa, prefiriendo la
autoexploración o, en su caso, compartir un momento íntimo de contacto con el
compañero. Si bien es frecuente asociar satisfacción con un cumplimento total
del acto, para muchas mujeres no existe una forma de placer sexual único, por
lo que es imprescindible ampliar el espectro del deseo si queremos ahondar
en su compleja intimidad erótica.
Ir directamente a la caza de dicho deseo nos
puede llevar a no encontrarlo. Buscar reglas es un error y resulta más efectivo
apoyarnos en principios más generales o dar pequeños rodeos. No está de más
recordar aquí aquello que nos repiten los expertos hasta la saciedad: es
necesario renovar los pequeños detalles sobre los que se sustenta el
sentimiento todos los días.
Sin embargo, no todo es terreno baldío. Se puede estudiar
el deseo femenino para extraer ideas sugestivas que nos permitan a los hombres
entender un poco más a nuestras parejas, entrenar con ello nuestras habilidades
y mejorar así nuestro papel como amantes. Varias encuestas y estudios se ponen
a nuestra disposición para orientarnos y arrojar luz sobre el misterio que
rodea los secretos más íntimos que ellas esconden.
Buscan encuentros más intensos
Tal es la conclusión que se desprende de la encuesta
llevada a cabo por el portal italiano Incontri-extraconiugali. El equivalente
de Ashley Madison en el país transalpino realizó un estudio con una
sorprendente muestra de diez millones de personas, tanto hombres como mujeres.
Un documento que nos permite comparar las preferencias de cada sexo.
En concreto, mientras un 21% los hombres se sentían
impulsados a aumentar la cantidad de parejas sexuales, lo que las mujeres
preferían era incrementar el número de encuentros picantes con el propio
amante: un 20% confesaron que esa era su prioridad. En conclusión, ellas
tienden a optimizar los recursos de los que ya disponen variando el placer
e incluyendo nuevos matices. ¿El truco es que cada encuentro sea
ligeramente distinto; ¿Hay que cambiar con frecuencia el lugar, las posturas
o las situaciones que activan las ganas de tener sexo ¿Y qué tal variar el
ritmo: que unas veces sea más suave y otras más agresivo? Con todo, la
infidelidad del sexo femenino es un elemento que aparece con fuerza en el caso
de las mujeres con hijos. Según otro estudio llevado por el mismo portal
de encuentros amorosos, una de cada tres madres se confiesa infiel con su
pareja.
Siguiendo con la encuesta anterior, el 15% de las
entrevistadas anhelaba sentirse más libre para dar espacio a sus propias
fantasías, ser más desinhibidas y probar nuevas sensaciones, en comparación con
solo el 11% de los varones. El 11% de mujeres confesó también que le
gustaría viajar a un país extranjero, mientras que para el 9%
era fundamental dedicar una buena parte de su tiempo a cuidar su propio
cuerpo.
Ser única y exclusiva
Según otro estudio llevado a cabo por la Universidad de
Cornell, las mujeres prefieren a los hombres que tienen características de
líder. Ellas aprecian especialmente a los varones que les inspiran confianza y
que demuestran una importante capacidad para desplegar su influencia positiva
en los demás. Valoran significativamente la seguridad así como su capacidad
para hacerles llegar ese sentimiento. Esperan además de su pareja que tenga
capacidad para tomar decisiones importantes. En definitiva, adoran a quienes
son capaces de transmitirles protección.
Según este trabajo, las mujeres buscan, asimismo,
compañeros con una actitud para crear una relación sólida. Presumir de Don Juan
nos otorga una imagen de personas inconsecuentes e inestables, por lo
que potenciar ese papel delante de una mujer por la que nos
sintamos especialmente atraídos, no es quizás una buena estrategia.
La importancia del humor
Reír aumenta la satisfacción sexual de la mujer. Para el
género femenino un hombre divertido es también un hombre que se acepta y que
muestra confianza. En definitiva: el sentido del humor del hombre es todo un
afrodisíaco para ellas. Lo dice un trabajo llevado a cabo por un equipo de la
Universidad de Albany liderado por el psicólogo George Gallup.
Reír favorece la circulación y la oxigenación de la sangre
y estimula la generación de endorfinas, neurotransmisores que son toda una
droga para el amor y para el sexo (el cuerpo las produce especialmente durante
las fases de enamoramiento, así como durante los orgasmos). Reír, por
último, rebaja el nivel de estrés y las tensiones. Si pensamos en los
nervios que aparecen antes de afrontar un encuentro, podemos entender los
efectos de desinhibitorios que aparecen cuando se afronta la situación con
humor.
El sexo en las mismas cantidades
Tras analizar las características del deseo femenino que se
desprenden de estos trabajos, ¿podemos liquidar la cuestión afirmando que es
distinto del masculino?
Quizás en el contenido sí haya diferencias muy
significativas, pero hay que remarcar que, si fuera por el número de
encuentros, la voracidad sexual que se nos atribuye es un hecho
completamente falso, ya que las mujeres mantienen el mismo deseo. Eso es lo que
afirma una investigación llevada a cabo por Samantha J. Dawson y Meredith
L. Chivers. Ello se debe a que muchos estudios del pasado partían de
estereotipos de género y no tenían en cuenta la realidad de las necesidades
femeninas.
El sexo para las mujeres es tan importante como para
cualquier hombre. Eso sí, ellas lo viven de otra manera. Esperamos que las
conclusiones extraídas de estas líneas te sean útiles para profundizar en los
deseos que permanecen escondidos en la mente de tu pareja. Con todo,
te invitamos a no instaurar fórmulas y a explorar un poco más las
particularidades de esa mujer que te acompaña en tu existencia erótica. Quizás
compartir con ella este artículo os pueda servir para ahondar en los matices
que activan vuestros encuentros y que os hacen únicos en la
cama.
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